“Conocer
para actuar” es uno de los principios fundamentales del diagnóstico que
no debe terminar en el “conocer por conocer” para saber qué pasa con un
grupo, institución, empresa o comunidad. En este
sentido, todo diagnóstico se convierte en uno de los primeros pasos para
un proceso de planeación o proyecto en la medida que a través de él se puede
tener un conocimiento real y concreto de una situación sobre la que se va a
intervenir, teniendo en cuenta que las acciones de un programa o proyecto
buscan resolver una situación-problema o necesidad que puede ser diagnosticada o creada.